Viejo Corazón.

La foto no está trucada: es una patata real con esa curiosa forma de corazón, al que de vez en cuando se alude con el nombre de tal tubérculo. Y la coincidencia me viene al pelo, ya que últimamente siento que el mío late cansado, viejo… Como una patata. Me voy haciendo mayor.

Al menos este casual encuentro me ha servido para animarme de una vez a retomar el blog. A ver si sigue…

Flash a media potencia por la derecha con un difusor, (un trozo de cartón recortado con un papel vegetal en el centro), y un reflector por la izquierda, (una cartulina blanca pegada con cello al respaldo de una silla). La base es una bandeja de cocina.

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