Un pequeño resumen de la fiesta de los Cucurrumachos, en el pueblo de Navalosa, en Avila.
Los nervios previos a la salida. Todo está preparado, sólo queda colocarse la máscara… y hacer sonar los cencerros.
Los Cucurrumachos no sólo es una fiesta vistosa, sino también ruidosa. Los centenares de cencerros resuenas durante un par de horas por el pueblo al compás de las caderas de los disfrazados…
Las máscaras. Su aire primitivo, tribal, arcano. Incluso podríamos decir que inquietante…
Los quintos. Ellos son los protagonistas cada año y bailan en cerrado círculo en la plaza del pueblo, rodeados de los Cucurrumachos.
Atisbar el rostro enmascarado. Parte de la inquietud que provoca este festejo en el espectador tiene que ver, en mi opinión, con el hecho de la falta de referencia humana en sus máscaras.
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