Una vieja bici, rescatada literalmente de un vertedero, junto a una fuente de tinte decadente. Me pareció que el sepia le iba bien a la foto para darle un aire retro en el que creo que encajan bien jardín, bici y fuente…
Un flash externo a cuarenta y cinco grados a la izquierda de la cámara y a media potencia para levantar algo la zona en sombra donde están la bici y el césped.
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3 comentarios:
Me encanta... un enamorado como yo de fotografiar bicis... sólo puedo que felicitarte
Preciosa fotografía, Carlos. Un momento que invita a ser disfrutado. Imaginar el sonido del agua de la fuente, o inventar historias vividas por la vieja bicicleta, no son un mal pasatiempo para los que tienen imaginación.
Besos
Javier, Montse, muchas gracias. ;)
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